El 22% de la población mayor de 75 años tiene riesgo de malnutrición
El 22% de la población mayor de 75 años tiene riesgo de malnutrición
Una de cada cuatro personas de edad avanzada, que viven en sus hogares sin acompañantes más jóvenes, se encuentra en riesgo de desnutrición, según los datos de un estudio publicado en la revista Medicina Clínica.
Un reciente estudio demuestra que una parte importante de la población mayor de 75 años presenta malnutrición o nutrición inadecuada, lo que puede agravar la prevalencia de enfermedades crónicas o invalidantes. Además, esta situación provoca a su vez una creciente atención sociosanitaria a domicilio.
Los resultados, que serán publicados en julio en la revista Medicina Clínica, revelan que la prevalencia de desnutrición en España en la población anciana que vive en su domicilio varía entre el 3 y el 5%.
Sin embargo, en los mayores hospitalizados en servicio médicos el porcentaje aumenta hasta el 20-40%, en los servicios quirúrgicos hasta el 40-60%, y en los institucionalizados puede alcanzar cifras por encima del 60%.
Los factores principales que determinan la prevalencia de desnutrición en la población anciana se relacionan con la ingestión calórica, la actividad física, los estilos de vida, la existencia de redes sociales y familiares, la actividad mental y psicológica, el estado de salud o enfermedades de base y restricciones socioeconómicas.
Según Teresa Valls y Núria Mach, autoras del estudio e investigadoras en la Universidad Oberta de Cataluña y en el Instituto de Investigación Agronómico de Francia, “existen importantes vacíos en el conocimiento del estado nutricional de la población de gente mayor en España”.
Los datos obtenidos ponen de manifiesto un riesgo de malnutrición próximo a un 22%, es decir, casi uno de cada cuatro ancianos necesita una intervención nutricional para mejorar su calidad de vida y disminuir la posibilidad de aparición de enfermedades asociadas a la desnutrición.
Intervención nutricional para los mayores
En un editorial que acompaña al artículo en la revista, Francisca Pérez-Llamas, investigadora del departamento de Fisiología de la Universidad de Murcia, apunta “la necesidad de una urgente intervención nutricional con fines preventivos que evite un mayor deterioro del estado nutricional y sus dramáticas consecuencias”.
“La intervención nutricional dirigida a las personas mayores —según señala en el editorial— debe ser un componente básico entre las actividades de promoción de la salud y, específicamente, la prevención de la malnutrición”.