El 6,94% de los adolescentes españoles se da un atracón
El 6,94% de los adolescentes españoles se da un atracón
Un 6,94% de los jóvenes españoles de entre 12 y 18 años se dado un atracón de comida, síntoma de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Los resultados indican que los atracones son bastante frecuentes entre los adolescentes españoles y están asociados a estrategias de evitación y no centradas en el afrontamiento directo del problema.
Los atracones son patrones desadaptativos de la conducta alimentaria que se caracterizan básicamente por un impulso irrefrenable de comer y por ingerir una gran cantidad de alimento en un corto periodo temporal.
Un nuevo estudio, publicado en la revista European Eating Disorders Review, analiza la tasa de atracones entre los adolescentes para comprender qué estrategias de afrontamiento utilizaban aquellos que tenían episodios de sobreingesta.
Para ello, los autores de la Universidad de la Rioja estudiaron una muestra de 1.913 adolescentes españoles con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años. La principal conclusión es que, de ellos, el 6,94% –esto es, unos 131 adolescentes– refirieron un atracón de comida en los seis meses previos al estudio.
Estos episodios de sobreingesta alimentaria se pueden encontrar en la población general y son un síntoma nuclear, si bien no el único, de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como por ejemplo, la bulimia nerviosa o el trastorno por atracones.
Al mismo tiempo, las personas que tienen atracones de forma habitual, por ejemplo, una o dos veces por semana, tienen una mayor probabilidad de desarrollar en el futuro un TCA, de presentar sobrepeso u obesidad e incluso de padecer problemas de salud tanto mental como física.
A pesar de las posibles limitaciones de la investigación, los atracones son bastante frecuentes entre los adolescentes españoles. Los resultados ponen de manifiesto la importancia de la prevención a través de la potenciación y el desarrollo de formas eficaces de afrontar los problemas de los adolescentes, para así evitar el establecimiento de patrones de conducta alimentaria disfuncional que puedan, a la larga, contribuir al desarrollo de patologías alimentarias.
Sin diferencias entre chicos y chicas
Al contrario de lo que se pudiera pensar, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre chicos y chicas en el porcentaje de atracones. Asimismo los jóvenes con episodios de sobreingesta compulsiva afirmaron utilizar más estrategias o formas de afrontamiento de tipo evitativo (huida) y no orientadas a encarar el problema directamente, cuando se les comparó con aquellos que no presentaban atracones.
Por estrategia de afrontamiento se entienden aquellos esfuerzos cognitivos y de comportamiento para manejar las demandas específicas externas o internas que desbordan los recursos del individuo. Esto quiere decir que algunos de los jóvenes que de vez en cuando se dan un atracón afrontan las demandas del entorno utilizando más estrategias como autoinculparse, criticarse, no hacer nada, sentirse enfermos, llorar o gritar, es decir, comportamientos no orientados al problema.
Al mismo tiempo utilizan menos estrategias de tipo abordar el problema de forma eficaz, buscar apoyos sociales, implicarse y trabajar en la búsqueda de una solución o preocuparse por la felicidad futura.
Fuente: Universidad de la Rioja