Caballos que curan
Caballos que curan
Los caballos no son únicamente seres magníficos y hermosos, también al parecer tienen un alto poder curativo que ha desembocado en una rama de la medicina alternativa llamada Equinoterapia.
Respecto a su origen, los datos son inciertos. Algunos dicen que fue descubierto en Europa por un deportista que, debido a una lesión, quedó parapléjico sin opción a volver a caminar, pero que con ayuda de la equitación y terapias médicas, volvió a ponerse de pie. No obstante, de acuerdo con datos de la revista Médico de Camagüey, el primer registro del uso de esta terapia fue en el Hospital Ortopédico de Oswerty, en 1901; y en 1917 se funda el primer grupo de equinoterapia en el Hospital Universitario de Oxford.
Sin embargo, fue en 1969 que se funda en EU la North American Riding for the Handicapped Association, y en 1999 que se le da crédito como una terapia alternativa en el tratamiento de padecimientos como discapacidad, ansiedad, déficit de atención, Síndrome de Down, etc.
Según la Dra. Yolanda Tortoledi, del Centro de Desarrollo de Habilidades Psicolingüisticas, de la República Mexicana.
La también llamada Hipoterapia consiste en una relación estrecha entre el caballo y la persona en tratamiento. A pesar de que es una terapia más utilizada en niños, también es recurrente el uso en adultos que son víctimas de depresión, ansiedad, trastornos alimenticios, baja autoestima, etc.
«Al principio hay un acercamiento entre el paciente y el caballo; se conocen, lo acarician y cepilla, conviven con él etc; posteriormente se procede a montar al caballo, y dependiendo si estamos hablando de un paciente muy pequeño, alguien más se sube con él», explica la Dra. Yolanda Tortolero, experta en hipoterapia.
Conforme el niño vaya mostrando más progreso, se le irá permitiendo ir solito con el caballo a trote. Lo beneficioso del trote es que estimula la médula espinal, lo cual a su vez incrementa la sinapsis o conexiones cerebrales, además de que poco a poco los niños van sintiendo control de su cabalgata, lo que refuerza su seguridad en sí mismos y mayor toma de decisiones.
«Es importante mencionar que esta terapia no es mágica per se, más bien estamos hablando de un complemento de las terapias médicas y rehabilitaciones físicas que deben tener los pacientes; sin embargo sí se mostró mayor avance en las personas que complementaron sus terapias con la equinoterapia que las que no lo hicieron», asegura la Dra. Tortolero.
Respecto a su tiempo de duración, esto dependerá de cada caso, pero en promedio son 10 sesiones de 45 minutos a una hora para comenzar a ver una mejoría notable.
Medicina alternativa
Como medio de comunicación, es importante que mencionemos que los resultados de esta terapia están basados en algo empírico y no científico, aunque muchos terapeutas están buscando ayuda de instituciones de salud que los apoyen para hacer una investigación con todo el rigor científico que requiere para demostrar los beneficios que trae esta terapia a la salud.
Fuente: 2.esmas.com