La población bacteriana de la vagina cambia a lo largo de la vida de la mujer
La población bacteriana de la vagina cambia a lo largo de la vida de la mujer
El tipo y la abundancia de los microorganismos vaginales en mujeres sanas cambian a lo largo de su vida en períodos cortos de tiempo, según una investigación estadounidense publicada esta semana en la revista Science Translational Medicine. Sin embargo, hay algunas mujeres que nunca experimentan variaciones.
Las bacterias no patógenas del cuerpo humano se consideran un órgano más, como lo son el corazón y el cerebro. El llamado microbioma se estructura en poblaciones y tiene funciones específicas. Por ejemplo, la flora intestinal contribuye activamente a la digestión.
Anteriormente, varios estudios ya habían demostrado que hay cinco tipos de comunidades microbianas vaginales. El nuevo hallazgo indica, además, que esta puede variar en cada mujer a lo largo del tiempo. Gracias a esto se podrá mejorar el diagnóstico de infecciones comunes, como la vaginosis bacteriana, y reducir el uso innecesario de antibióticos para restaurar la salud vaginal.
Las conclusiones del trabajo están en desacuerdo con la comunidad ginecológica, que hasta ahora suponía que todas las mujeres respondían a los tratamientos de la misma manera. Según los nuevos resultados, una muestra vaginal de una mujer no tiene en cuenta todo el conjunto de microbios presentes a lo largo del tiempo y, como consecuencia, no sirve por sí sola para indicar qué está causando los síntomas.
La investigación, liderada por Pawel Gajer, investigador de la Escuela de Medicina Universidad de Maryland (EE UU), ha analizado durante un período de 16 semanas el microbioma vaginal de 32 mujeres negras y blancas en edad reproductiva para conocer la estabilidad de sus poblaciones bacterianas.
El comentario científico que acompaña el estudio asegura que la complejidad de la vagina humana hace que su microbioma “cambie en periodos cortos de tiempo, sea diferente de una individua a otra y varíe en su respuesta a las relaciones sexuales”.
Estos resultados hacen pensar que el riesgo de infección y la contracción de enfermedades en una mujer pueden variar mucho a lo largo de los años.
Fuente: SINC