Un método identifica especies de arsénico en algas comestibles
Un método identifica especies de arsénico en algas comestibles
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han puesto a punto un método analítico para identificar especies de arsénico en algas comestibles y determinar así su posible grado de toxicidad. El arsénico se conoce desde la antigüedad como un potente veneno.
El arsénico se conoce desde la antigüedad como un potente veneno. Sin embargo, las propiedades químicas, biológicas y toxicológicas de los elementos dependen de la forma química en la que estén presentes.
Por ello, durante los últimos años, los químicos analíticos han centrado sus investigaciones en el desarrollo de métodos de análisis denominados “de especiación”, con el fin de diferenciar entre las distintas “especies” de un elemento.
El método desarrollado, resultado de una investigación realizada en la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica de Obras Públicas de la Universidad Politécnica de Madrid, introduce mejoras frente a los ya existentes ya que permite la diferenciación de más especies de arsénico y reduce el “coste total” del análisis.
La identificación y cuantificación de especies de arsénico en alimentos constituye un problema analítico cuya resolución es de gran interés, y ese fue el reto afrontado por estos investigadores.
El resultado obtenido ha sido un método analítico basado en el acoplamiento de la cromatografía líquida de alta eficacia con la espectrometría de fluorescencia atómica, que permite determinar hasta once especies de arsénico en algas marinas comestibles, y que ha sido recientemente publicado en la revista Analytica Chimica Acta.
El método desarrollado ha permitido identificar hasta seis especies de arsénico en diferentes tipos de algas marinas. Los resultados obtenidos mostraron la presencia de arseniato, que es la segunda especie más tóxica de arsénico, en distintos niveles de concentración en todas las algas pardas analizadas (Hijiki, Wakame, Kombu, Fucus, etc.). Sin embargo, esta especie no se encontró en las algas rojas, como el alga Nori, muy empleada en la elaboración de los conocidos Maki Sushi japoneses, donde fueron identificados compuestos orgánicos de arsénico llamados arsenoazúcares.
En definitiva, las investigaciones realizadas han contribuido a incrementar la información existente sobre la presencia de compuestos de arsénico en algas marinas, especialmente en aquellas destinadas al consumo humano, y han puesto de manifiesto la necesidad de introducir la legislación apropiada que permita limitar el contenido de compuestos tóxicos de arsénico en productos alimenticios.
Vía de entrada: la dieta
Existen más de 50 especies identificadas de arsénico en el medioambiente y en los sistemas biológicos, algunas de ellas de elevada toxicidad, mientras que otras se consideran inocuas incluso a altas concentraciones. Los compuestos inorgánicos de arsénico son más tóxicos que los orgánicos, cuya toxicidad disminuye generalmente a medida que aumenta el tamaño de la estructura orgánica.
Una de las principales vías de entrada del arsénico en el organismo humano se produce a través de la dieta, fundamentalmente mediante la ingestión de alimentos de origen marino, que en muchos casos presentan cantidades considerables de arsénico debido a su capacidad acumuladora de metales. Las algas marinas constituyen una fuente importante de alimentación en los países asiáticos. Su elevado contenido en sales minerales, sus reconocidas propiedades terapéuticas y las crecientes relaciones interculturales están fomentando su incorporación en la alimentación de la sociedad occidental.
Fuente: Universidad Politécnica de Madrid